MIL DÍAS EN LA TOSCANA

El matrimonio de Marlena y Fernando abandona Venecia y se trasladan a una pequeña y bella localidad de la Toscana a vivir una singular experiencia en una minúscula vivienda rodeada de naturaleza con extrema sencillez. Un acogedor personaje, Barlozzo, les relata leyendas populares entre las que se encuentra su triste pasado familiar y sentimental y les introduce en la gastronomía local, haciendo que cada día sea una fiesta culinaria, en compañía de los vecinos. El matrimonio recorre la zona y descubre la belleza de ese paraje a la vez que experimentan una vivencia única lejos de la ciudad. El libro es bastante peculiar y no es propiamente una novela desde el punto de vista argumental, se trata más bien de un libro de memorias acerca de la vida rural, rozando la literatura de viajes. Su temática gira en torno a la naturaleza: pequeñas historias, leyendas y costumbres de la zona, excursiones y paseos y fundamentalmente la gastronomía, de hecho muchos capítulos arrancan con una receta. La narración en primera persona está muy cuidada, las descripciones son plásticas y coloristas, bien adjetivadas. La riqueza de lenguaje, con toques de lirismo y abundancia de localismos, conforman un retrato logrado de la Toscana. Los diálogos abordan temas sencillos y cotidianos, aunque dejan escapar referencias profundas en torno al amor, al sentido de la existencia, reflejando tintes de la sabiduría popular

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