MINERVA WATSON. 1: EL ASOMBROSO CASO DE LAS SOMBRAS EQUIVOCADAS

Minerva está a punto de cumplir 13 años cuando hace tres descubrimientos: que es tataratataranieta de John Watson, el compañero inseparable de Sherlock Holmes; que en realidad el auténtico “genio” de la pareja era Watson; y que el día de su cumpleaños ocurrirá una catástrofe mundial. De hecho, Minerva ha empezado a observar comportamientos extraños en las sombras de las personas: parecen haber adquirido vida propia. Sus investigaciones la llevan hasta Moriarty y su máquina de robar sombras, con la que el malvado profesor pretende arrebatar el alma y —por lo tanto— la identidad a los seres humanos, dejándolos como meras “cáscaras vacías”. Pero para ello Moriarty necesita recuperar uno de los cuatro rubíes de Rajastán que proporcionan la energía a su máquina. Y ese rubí se halla en poder de Henry quien, además de científico, es el padre de Minerva. Será tarea de Minerva desmontar los planes de Moriarty; y para ello contará con la ayuda de su amigo Tobías, que se mueve en silla de ruedas por culpa de un accidente, de su nueva hermana Ayelén, la niña de la Patagonia argentina recién adoptada por sus padres, y de sus padres.
El interés de la trama, llena de giros sorprendentes, de secretos y de sombras y personajes misteriosos, no decae en ningún momento: el autor va dejando “pistas falsas” que acaban cobrando sentido en un desenlace inesperado, en el que se funden el mundo de la ciencia y el de la fantasía. No faltan tampoco en el libro personajes ejemplares como los padres de Minerva, que forman un matrimonio feliz: buenos profesionales de la ciencia y la arqueología, trabajan más por vocación que por dinero y están deseosos de compartir generosamente sus descubrimientos para ponerlos al servicio de los demás; como Tobías, el fiel amigo de Minerva que, pese a su silla de ruedas, tiene una visión optimista de su situación y se toma la vida con humor; o como la pequeña Ayelén, cuya especial relación con la naturaleza, sus habilidades casi mágicas y su cariño consiguen vencer las reticencias de Minerva ante la presencia de la nueva hermana recién llegada: gracias a Ayelén, Minerva aprende el valor de ser “una misma”, adquiere seguridad… y una clarividencia especial para leer la mente de los demás.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa