MUGGIE MAGGIE

Maggie ya sabe escribir en letra de imprenta y en el ordenador, y por eso cree que no necesita aprender a formar palabras con letras unidas entre sí por trazos. Esta rebeldía sorprende a sus padres y a sus compañeros, porque en las demás enseñanzas es una alumna aventajada. Su profesora intenta un último recurso que por fin, al espolear la curiosidad de la niña, resulta eficaz. La obra pone de manifiesto lo equivocado de la actitud de la protagonista y la habilidad de su maestra para hacerle entender su error sin castigos ni reprensiones. Escrita con estilo cálido y amable, de discreto tono humorístico, su lectura es grata y encierra un acertado mensaje pedagógico.

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