MÚSICA EN 1853

El autor, Hugh Macdonald, que ocupa una cátedra de música en la Universidad Washington (San Luis, Misuri), se centra en este libro en un año muy especial, en el que se dieron una sucesión de casualidades que influyeron de manera determinante en el mundo de la música y en su evolución. La perspectiva elegida es, pues, muy original y la técnica narrativa concentra en poco tiempo una serie de cambios radicales. Por ejemplo, en 1853 Brahms conoció a Berlioz, Liszt y Schumann, a la vez que Berlioz empezó a componer “Los troyanos” y Wagner una de sus composiciones más importantes, “El anillo del nibelungo”.
Hugh Macdonald centra su narración en la vida de los músicos protagonistas, cuyas peripecias demuestran los cambios que se están dando. Uno de ellos, que resalta Macdonandl, es la internacionalización del mundo musical, que posibilitó intensas relaciones entre, por ejemplo, Londres, París, Leipzig y Zúrich. Cultutalmente, el romanticismo está dando sus últimos estertores, dejando paso a una música mucho más potente y ambiciosa como las de Brahms y Wagner.

TROA