¡OJALÁ NO HUBIERA NÚMEROS!

Arturo es un chico normal que va al colegio y se divierte con sus amigos, que le llaman Arturo Comelibros, porque lo que más le gusta es leer. Saca muy buenas notas en casi todas las asignaturas menos en matemáticas, que no se le dan nada bien.Una tarde que tenía de deberes una suma muy larga murmura un deseo: ¡ojala no hubiera números! Este deseo llega a oídos del rey de las matemáticas, Pitágoras V, que decide, junto a sus ministros y ayudantes, un escarmiento ejemplar para todos los habitantes de la Tierra por su desprecio hacia esta asignatura. Hacen desaparecer los números de todos los sitios, hasta del cerebro de las personas, de todos excepto de Arturo que cuando convenza a alguien de que los números son necesarios, éstos volverán a existir.El lío que se arma es enorme, tanto que los aviones no vuelan, los ordenadores no funcionan, las calles se atascan. La obra está escrita de manera sencilla sin pretensiones literarias, incluye muchas notas de humor muy apropiadas para el público infantil al que se dirige, y tiene un marcado carácter didáctico de enseñar a los niños que no les gustan las matemáticas la necesidad y utilidad de esta asignatura.

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