PARTE DE LA FELICIDAD QUE TRAES

Joan Cañete Bayle, periodista de profesión, ha ejercido como corresponsal en Washington y Jerusalén. Actualmente es redactor jefe de Opinión de El Periódico en Barcelona y Parte de la felicidad que traes es su primera novela en solitario.
Sira es una niña de once años despierta, cariñosa, entusiasta, buena estudiante y con una vitalidad desbordante. La noche en que su madre tiene la cita anual con sus amigas de sólo chicas, ella y su padre deciden ir a ver un partido de fútbol a un bar cerca de casa junto con una compañera del colegio y su padre. Durante el descanso de la primera parte las dos niñas deciden salir a hablar a la calle. En ese mismo momento la pelota de unos niños más pequeños que estaban allí jugando se les desliza hacia la calzada. Por puro instinto de protección hacia los pequeños Sira decide ir a recoger la pelota cuando el semáforo está abierto para los peatones, pero un alocado conductor se lo salta dejando a Sira inconsciente en el suelo dándose después a la fuga. El pronóstico no es nada alentador. Sira tiene múltiples contusiones y un traumatismo craneoencefálico severo que la deja en coma. Desde ese momento su familia experimenta un giro dramático en sus vidas que comenzará a desarrollarse junto a la cama de Sira en uno de los boxes de la UCI pediátrica del hospital. Carmen, la madre de la niña, conocerá allí a las otras mamás de la UCI. Tere, Anna y Clara, mujeres habituadas a ese lugar que harán que Carmen se sienta una de ellas, madres que siempre saben y que sienten con el sentir del hijo doliente, madres que en su obsesión por el hijo llegan a experimentar un amor en soledad, un dolor ponzoñoso que abre grietas de afectividad en sus parejas, silencios obstinados que pueden llegar a destruir hasta lo más querido.
Joan Cañete Bayle escribe una historia creíble en la que sobresale la solidaridad frente al dolor que, según sus protagonistas, sólo una madre puede experimentar. Sin embargo, no es una historia feminista. El autor se mete correctamente en la piel de los personajes femeninos intentando comprender sus sentimientos más profundos, que aunque llevándoles a reacciones loables, en ocasiones les conducen a actuaciones equivocadas. No hay un juicio explícito sobre esas reacciones o actuaciones, simplemente se exponen llevando al lector a implicarse en la narración. Lo incomprensible del dolor en personas inocentes o un sufrimiento sin sentido inclina en ocasiones a la tentación de sucumbir a una solución rápida, pero que sin embargo, el autor resuelve bien. Pocas veces se hace mención a lo trascendente y la fortaleza de ánimo de las mujeres protagonistas viene sobre todo del sentido de la justicia y el derecho.
La repetición de frases, párrafos, expresiones, etc., es un recurso a modo de ritornello que da mayor intensidad a los sentimientos que el autor intenta trasmitir de cada uno de sus personajes.
Dentro de contexto hay alguna escena de sexo explícito que algunos lectores podrían considerar innecesario

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