PERO YO VIVO SOLAMENTE DE LOS INTERSTICIOS

Peter Handke es uno de los principales novelistas europeos. En este libro editado por Gedisa, mantiene una conversación sobre diferentes temas, pero siempre con el trasfondo de su obra, con Herbert Gamper. La idea principal es repasar su larga trayectoria literaria y, asimismo, su concepción tan peculiar sobre la literatura.
Si por algo se ha destacado el Nobel austriaco es por atender al detalle, más que a la trama. Lo que adivina es un observador entrenado y casi un orfebre del lenguaje. Handke es, además, un escritor muy sensible, al que afectan mucho las críticas, y que por eso no frecuenta los focos.
Se considera a sí mismo “un escritor de lugares”, puesto que son los espacios los que ocupan su atención principal, casi como elementos explicativos de las vivencias. Se fija, por tanto, en algo del paisaje y, a partir de ese detalle, siente el instinto de escribir.
El libro interesará únicamente a los que guste este autor, ciertamente especial. Como su literatura, también en esta obra aparece su nihilismo; en sus respuestas, por tanto, pone de manifiesto que no encuentra mucho sentido a lo que ocurre, pero que a pesar de todo él intenta captar algunos instantes en todo ello.

TROA