¡PESADILLAS!

Charlie, protagonista del relato, se quedó huérfano de madre a cuatro días de cumplir nueve años. Transcurrido tres más, su padre contrajo matrimonio con una extraña mujer que al niño le parecía una bruja. Cada día le tiene más miedo y le preocupa sobre todo que se coma a su hermano pequeño. Todos estos temores le mantienen despierto durante la noche e incluso un día descubre que en el desván donde le gusta refugiarse, ha desaparecido una pared y por ahí ha huido la bruja llevándose a su hermano. Sin pensarlo, corre tras de ella y así se introduce en el Mundo Tenebroso, donde viven todos los duendes, monstruos, brujas, y demás criaturas que turban los sueños infantiles. Las aventuras que vive en aquel lugar, mientras trata de encontrar al pequeño secuestrado, constituyen un relato de terror que se presenta como el primero de una trilogía dedicada a todo lo que atemoriza a los niños. Los autores, ambos norteamericanos, ponen de manifiesto una gran imaginación, a veces con ciertos tintes morbosos, para dar forma novelada a los terrores nocturnos propios de la infancia. La acción transcurre a un ritmo muy dinámico, implicando a numerosos personajes y con un continuo cambio de situaciones, todas ellas tensas y peligrosas. Charlie corre grandes riesgos para volver al Mundo Despierto, es decir al mundo real pero cuenta también con generosas ayudas. Mientras lucha por conseguir sus propósitos aprende que los monstruos se alimentan y crecen gracias al miedo que inspiran y que la única manera de derrotarlos es no temerlos. El cuento, escrito sin pretensiones literarias ofrece un contenido de fondo educativo acerca de la fortaleza de ánimo que produce el saber liberarse de los miedos inducidos. Sin embargo, la historia puede sin embargo afectar negativamente a lectores impresionables por las siniestras fantasías que describe. También puede inducir a confusión el que la muerte de la madre de Charlie se presente un ser que ha pasado al Mundo de los Sueños.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa