QUÉ ES EL QUÉ

Gracias a una ONG, un sudanés puede vivir en Atlanta con cierta holgura. Una mujer y un hombre afroamericanos entran en su casa para robarle y le golpean. Mientras ellos examinan sus cosas, él, herido en el suelo, recuerda toda su vida. El problema más grave de su país era la violencia causada por el Ejército de Liberación y por los árabes, que asolaban las aldeas. Miles de niños huyeron por la selva, donde muchos murieron de hambre, de enfermedades o devorados por las fieras, tratando de llegar a un campo de refugiados en Etiopía, donde se verían acosados por la hambruna y la miseria. El autor relata minuciosamente las numerosas penalidades de la vida del protagonista, que siempre mantiene la serenidad. La crítica subyacente en todo el libro se dirige contra los árabes fanáticos, un Ejército de Liberación desorganizado y un gobierno inglés que ha actuado mal. La hambruna y destrucción, así como la matanza de sudaneses, se describen de modo estremecedor y crudo, sin dejar de mostrar su terrible crueldad. Llegado ya al Primer Mundo, los problemas del personaje central toman otro cariz: la Fundación para los Niños Perdidos y su principal promotora, que le han ayudado, y también a otros cientos de personas, no puede seguir existiendo; las rivalidades y la exigencia de equidad absoluta entre todos los sudaneses hacen que ya no sea posible darles nada. Y el protagonista sufre la desidia de otras instituciones -policía y sanidad- por ser sudanés.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa