QUIERO UN HELADO

Dar un paseo con papá y terminarlo con la compra de un helado es uno de los mejores momentos de la vida de la protagonista, una niña llamada Paula. Para transmitir a los lectores esta idea tan apetecible, el texto aparece escrito dos veces, una en letras mayúsculas y otra en minúsculas de tipo redondilla. El cuento, de frases muy breves, además de enseñar cómo se abre un helado de palo y recordar que la envoltura debe tirarse a una papelera, facilita la distinción de dos formas de grafías y habitúa a reconocerlas y leerlas indistintamente. Su finalidad en el ámbito de la enseñanza queda bien conseguida pero desde el punto de vista estético, las ilustraciones resultan poco atractivas.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa