ROBYN SILVER. LAS CAMPANADAS DE MEDIANOCHE

Robyn, Aiden y Nora llevan varios días viendo seres y sucesos extraños que permanecen ocultos a ojos de los demás. Cuando su colegio tiene que ser desalojado y todos los alumnos son trasladados a la Casa Grimdean, el señor Cryptorum —dueño de la misteriosa mansión— y su ayudante la señorita Smiting les revelan de dónde procede ese poder: los tres son “Hijos de la Medianoche” y poseen la capacidad de ver a las criaturas monstruosas (scree sags, boguns y kobolds) que pertenecen al Mundo Invisible. Bajo la dirección de Cryptorum y de la señorita Smiting, Robyn y sus amigos crean el Club de los Murciélagos y se preparan para enfrentarse a los vampiros y a su séquito de monstruos, que pretenden apoderarse del mundo y acabar con los Hijos de la Medianoche. Su principal enemiga, la vampira Perla, se oculta bajo la falsa identidad de la señorita Mason, la profesora de música. En su día, Perla fue la causante de la muerte de Rebeca, la mujer de Erasmus; y esta vez la vampira se ha servido de un hechizo para secuestrar a los alumnos más pequeños del colegio: entre otros, a Annie, la hermana de Robyn, quien se dispone a rescatarlos con ayuda de sus dos compañeros.
La aventura contiene unos cuantos episodios y diálogos fácilmente prescindibles que alargan en exceso el relato. Algunos de los personajes que van apareciendo apenas quedan esbozados, quizá con vistas a desarrollarlos en sucesivas entregas de la serie. Ni la intriga ni la trama son especialmente originales, y tampoco logran mantener de manera continuada el interés del lector.
Con todo, merece una mención especial la inusual familia Silver: el mayor atractivo del libro reside quizá en las escenas que recrean la vida cotidiana de la familia numerosa de Robyn. Ser la tercera de cinco hermanos (Robyn se describe a sí misma como “una hamburguesa entre dos panes”) lleva a la protagonista de la aventura a responsabilizarse de Annie, la pequeña de la familia: una tarea que más de una vez la obliga a poner los intereses de los demás por delante de los suyos.

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