SECRETOS IMPERFECTOS

Primer episodio de la serie protagonizada por el excéntrico psicólogo criminalista Sebastian Bergman, eficaz colaborador de la policía salvo cuando padece algunos de sus frecuentes alteraciones mentales debidas a la muerte de su mujer a hija en un trágico accidente marino.
En esta ocasión se incorpora tarde a las investigaciones de la brigada de homicidios de Estocolmo dedicada a esclarecer el asesinato del adolescente Roger Eriksson que la policía de una localidad próxima se ve incapaz de resolver. Sin embargo, no tarda en asimilar con su habitual sagacidad las peculiaridades del caso y facilitar a sus compañeros nuevas pistas que les permiten avanzar en la búsqueda de pruebas.
El carácter rebelde y descarado de Bergman le enemista con el resto de los agentes, algunos de los cuales se niegan a continuar si el psicólogo no varía las formas despóticas de tratarles. Las acertadas deducciones de Sebastian y su gran capacidad para introducirse en la mente e intenciones de los testigos, acaban por vencer los celos y susceptibilidad de los policías que se muestran dispuestos a reconocer el valor superior de sus intuiciones frente a las frías técnicas tradicionales. Después de seguir varias líneas de investigación sin obtener resultados, el crimen adquiere una dimensión distinta al demostrarse que los móviles del asesino son de carácter moral y que, tal vez, cometió el crimen de modo fortuito. Los guionistas suecos Michael Hjorth (1963) y Hans Rosenfeldt (1964) han logrado traspasar al lenguaje literario la plasticidad y emoción de las series televisivas de intriga emitidas con notable éxito dentro y fuera de su país. Como es habitual en las novelas policiacas actuales, el desarrollo de la trama se alterna con el relato de las vidas de los protagonistas sobre todo cuando se trata de una personalidad como la de Sebastian afectada por sueños y pesadillas que le recuerdan la dramática pérdida de su familia. Carencias que le impulsan a mantener frecuentes relaciones movido por instintos sexuales de puro carácter físico o biológico. Las frecuentes obscenidades y términos escabrosos junto a los factores precedentes pueden afectar la sensibilidad del lector.

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