SER CONSERVADOR ES EL NUEVO PUNK

El atractivo del punk descansa en una actitud independiente y contracultural. Y se expresa mediante composiciones de guitarra tan simples como crudas. De ahí la elección del eslogan que Rodrigo Gómez Lorente, el director de la revista Centinela, continuadora de Milenio, emplea como título de una obra colectiva firmada por cinco de los colaboradores habituales de dicho medio informativo. En un mundo dominado por el discurso de lo políticamente correcto, ser conservador es el nuevo punk.
El libro tiene el claro propósito de dar a conocer la publicación a los jóvenes. Por eso el nexo de los cinco trabajos que lo integran no es la temática. Con asuntos tan dispares como el sentimiento de pertenencia local, la belleza, el cuidado del espíritu, la familia y la comunidad, la obra no común requiere una lectura de seguido. Ni siquiera avanzar en el orden propuesto por el índice. Como si de una degustación de ideas y estilos se tratase, el criterio de selección de los participantes es el que dota de coherencia al conjunto: todos ellos son jóvenes desvergonzadamente conservadores.
Ser conservador es el nuevo punk funciona bien como ensayo divulgativo dirigido a un público concreto. Las referencias culturales, el lenguaje y aun los lugares descritos en el magnífico capítulo de Carlos Hernández quizás no surtan el mismo efecto en lectores de otra franja de edad. También el estilo, donde el abuso de las citas de autoridad no encuentra reflejo en el grado de profundidad de las ideas expuestas, parece más adecuado para las nuevas generaciones. En cualquier caso, merece la pena acercarse a sus páginas para iniciarse en algunos de los referentes intelectuales del pensamiento conservador o, al menos, con el fin de conocer las reflexiones y propuestas de quienes quizá lo sean dentro de unos años.

TROA