SERPIENTES DE PLATA Y OTROS CUENTOS

Veintitrés relatos, casi todos inéditos en castellano y en casi todos los cuales el tema es la muerte. Los personajes, de clase social baja, viven en la pobreza, en la desgracia, en la soledad. Son seres maltratados, traicionados, abandonados. Aun en medio del amor o de la fiesta sufren la incomprensión, el rechazo, el malentendido.
Rilke (1875-1926) escribe con el estilo propio de una literatura europea del XIX, en la que los sentimientos y las clases sociales se expresan de modo característico, con una cortesía atildada. Los cuentos resultan tristes y trágicos: casi todos acaban con la muerte -sea natural, por suicidio o por asesinato-, que en muchos de ellos se mezcla con el deseo sexual, y de una forma animal, como una pasión que escapa a todo control: en medio de la muerte surge el deseo sexual, obsceno y vil en ese momento. Rilke une lo más miserable de la condición humana, tanto en lo social y cultural como en lo moral. Sus personajes viven en la indigencia y su tragedia aumenta porque parecen abocados al alcoholismo, a las pasiones desbocadas, como si su miseria material les destinase a la vileza moral. A pesar de sus referencias cristianas, éstas no dan esperanza, sino una resignación a los instintos más bajos e insuperables. Los relatos acaban repitiéndose en su modo de describir personajes y situaciones similares. El libro contiene un fuerte aparato crítico en el apéndice, tanto a nivel documental como de crítica literaria minuciosa, aportado por August Stahl.

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