SMERLING: EN LA TELA DE LA ARAÑA

Dos chicos de once años, una chica de doce y una niña de nueve, regresan a casa en coche, acompañados por su psicólogo, después de pasar unas vacaciones en un campamento para escolares con problemas. Durante una tormenta, el coche sufre una avería importante y se refugian en un edificio que resulta ser la Fundación Smerling. Se trata de un lugar bastante misterioso donde los cuatro protagonistas van a pasar varios días hasta que puedan volver a su casa. El carácter rebelde de todos ellos se siente estimulado por el ambiente extraño que les rodea y por las restricciones que los empleados de la fundación les imponen para circular por el jardín. La desaparición repentina de la menor de los cuatro, que apenas habla por efecto de un bloqueo emocional, lleva a los otros tres a lanzarse en su busca por el gran edificio de la Fundación y por un torreón que tiene anejo. La obra narra la aventura, tan intensa como breve en el tiempo, de esta búsqueda, que incluye también recorrer el laberinto vegetal existente en el jardín. Intriga y misterio se combinan en el desarrollo de la trama cuyo desenlace sorprende por los hechos que desvela y por su tono, mucho más tierno y afectuoso que el planteamiento inicial y el desenvolvimiento central del argumento. El estilo combina la narración en primera persona con los diálogos, y utiliza, en ambos casos, un vocabulario que reproduce el habla coloquial de los preadolescentes a veces con demasiada fidelidad. La obra mantiene la atención de quien la lee a base de recursos un tanto truculentos y embarullados pero eficaces para provocar inquietud y despertar interés y su lenguaje, no muy literario, no exige particular esfuerzo de comprensión.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa