SONATA PARA MIRIAM

A comienzos del siglo XXI, un profesor de música que vive en Nueva Zelanda recibe dos noticias decisivas:que hay alguien interesado en saber de su padre, desaparecido durante la Segunda Guerra Mundial, y que su única hija, de diecinueve años, ha muerto, atropellada. Tras recuperarse de este golpe se pone en contacto con la persona que desea información sobre su padre, y viaja a Cracovia, donde nació en enero de 1941, y a Estocolmo, donde vivió durante su infancia y juventud. La obra rememora las persecuciones antisemitas en Polonia en una línea de bastante originalidad. La acción, de tono realista, está muy bien narrada, lo que constituye su mejor atractivo, con una hábil técnica de planos temporales bien entrelazados que mantiene el interés. El estilo es sobrio y escueto, de frases cortas que forman párrafos llenos de sentido. El fondo y la forma están acoplados sin fisuras, lo que hace que la novela, más atenta a los sentimientos que a las ideas, acieete al enlazar vida e historia.

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