STITCH

Richard Stern (Nueva York, 1928 – Tybee Island, 2013) es considerado uno de los más importantes escritores estadounidense del siglo XX; pero a la sombra de otros autores de su época que, aun admirándole, no consiguieron sacarle de su posición reservada. Sus obras, de alta calidad literaria, no se dirigen a un público general, sino que se quedan, más bien, en el ámbito de lectores de culto.
Edward Gunther, publicista de profesión en Chicago, con tres hijos de su segunda esposa y de raza judía, decide un buen día dejar el trabajo, venderlo todo e irse con su familia a Venecia como expatriado, una especie de estatus social en la Europa de principios de los sesenta del pasado siglo que le permite vivir por un tiempo de las rentas y relacionarse con otros compatriotas con los que, de otra manera, nunca hubiera conseguido hacerlo. Su vida resulta frustrante al no conseguir su objetivo de convertirse en escritor. Intentando situarse en un círculo cultural comienza una relación amorosa con la poetisa Nina Callahan, una joven desinhibida que lleva años sobreviviendo gracias a las amistades masculinas que se han cruzado en su camino. A través de ella Edward conocerá a Thaddeus Stitch, un famoso escultor ya en el ocaso de su vida, fascista y antisemita que fue apresado al término de la Segunda Guerra Mundial en una pequeña isla de Venecia donde estaba realizando su proyecto escultórico más ambicioso.
Stern da vida a unos personajes característicos de una época en la que los estadounidenses se sentían poderosos y por eso mismo afectivamente vulnerables. La infidelidad, la egolatría y la inmoralidad en general en las relaciones interpersonales los llevará a una situación de fracaso y degradación. La cobardía, será la actitud habitual del protagonista, incapaz de asumir sus propias responsabilidades conduciéndole a la soledad más absoluta.
La narración tiene un ritmo lento en la que destacan los diálogos intelectuales entre todos los personajes.
La novela fue publicada por primera vez en 1965.

Encarnita Herraiz