TODO ARDE

Nuria Barrios (Madrid, 1962) regresa con una novela ambientada en el mundo de la droga. Todo arde cuenta la historia de Lena, una joven que lleva un año fuera de casa de sus padres y vive en un poblado chabolista de Madrid junto a otros yonquis. Adicta al crack y muy deteriorada físicamente, está inmersa en una atmósfera cuajada de mentiras y venganzas, entre personajes chulescos, gitanos y bandas clandestinas de matones que intentan ganar dinero de cualquier forma, también con peleas de perros salvajes.
Un día Lole, el hermano pequeño de Lena, la encuentra en el aeropuerto de Barajas e intenta convencerla para que vuelva a casa, pero ella no quiere regresar. Lole tiene 16 años, es inocente y tartamudo y representa la antítesis del ambiente del poblado adonde se traslada con Lena, aunque más tarde ella le expulsa de allí. El chico durante toda una noche tendrá que aprender a sobrevivir y defenderse de la violencia, empeñado en rescatar a su hermana. Cuando Lena se entera de que Lolo corre peligro va a buscarlo enfrentándose con fiereza a todo y a todos.
La autora presenta una trama descarnada y excelentemente ambientada en el mundo de la droga a la que trasmite una tensión de thriller con una jerga brutal, unos personajes broncos a todos los niveles, capaces también de abusar de los demás: Todo ello resuelto con una prosa de original belleza.
En ese inhóspito ambiente, la autora inserta una interesante historia de afecto entre hermanos, dispuestos a cualquier cosa por salvarse mutuamente. Todo arde ofrece ciertas connotaciones del mundo griego con páginas muy teatrales, a base de claroscuros, con secuencias sombrías pero también con detalles luminosos donde brillan la generosidad y la fuerza de los lazos familiares. La historia se cierra un con final relativamente abierto.

Reyes Cáceres