TRANSHUMANISMO INTEGRAL

El autor de este libro se ha propuesto no solo ser crítico con el transhumanismo, sino proponer una alternativa inspirada en el humanismo cristiano. A su juicio, la idea de que el ser humano puede en sí mismo superar su naturaleza y cambiarla arranca, paradójicamente, en el Renacimiento, pero precisamente, a pesar de su origen, tiene una tendencia sustitutoria. Como otros han visto, la primacía absoluta del individuo implica el reemplazo de Dios y la posibilidad de que el ser humano sea el centro del universo.

El autor se refiere al transhumanismo como el deseo de vivir para siempre y, por ello, afirma que solo una visión trascendente puede satisfacerlo. Hace un recorrido por las diferentes versiones de poshumanismo y enlaza la voluntad de modificar la esencia humana con el predominio de la técnica y la revolución científica. Por este motivo, al final todo termina con la muerte de Dios, que es sustituido por el ser humano. Con todo, el deicidio tiene consecuencias, como se explica en el mito de Prometeo, y no es inocuo para el ser humano.

Por decirlo con brevedad, Mejía, que escribe muy bien y está muy formado, explica las bases del humanismo cristiano, enriqueciendo la reflexión clásica con apuntes de las ciencias empíricas. Por ello, se refiere a las bases biológicas de la vida humana y propone una suerte de antropología integral, muy en sintonía con Maritain. La obra está llena de referencias y de consideraciones enormemente sugerentes. Puede servir para introducirse en el tema del transhumanismo y ver algunas formas de superarlos no del todo convencionales.

TROA