UN ADOLESCENTE EN LA RETAGUARDIA. MEMORIAS DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939)

A los 15 años, Miguel Gil se prepara para ingresar en la Orden benedictina en el monasterio de El Pueyo (Barbastro, Huesca). El 23 de julio de 1936, un piquete de milicianos asalta el convento y detiene a todos los miembros de la Comunidad, incluidos los jóvenes aspirantes. Miguel Gil comparte la prisión con el resto de los monjes y es testigo de su martirio, que aceptan de modo heroico, al tiempo que perdonan a los asesinos. El muchacho se libra de la muerte debido a su corta edad y, tras superar grandes riesgos, consigue reunirse con sus padres una vez finalizada la guerra civil.
El mismo Miguel Gil, hoy monje en la abadía benedictina de Leire (Navarra), describe con precisión los detalles de la aventura vivida, desde el asalto de El Pueyo hasta el feliz encuentro con su familia, que ya lo consideraba muerto, en 1939. La crónica, escrita en primera persona, a modo de diario, recoge las impresiones de cada momento, con datos y referencias de fechas y descripción de los lugares recorridos. Después de atravesar tierras de Aragón, se refugia en Caspe y de allí se dirige a Lérida, hasta encontrar acogida en una familia de campesinos que lo adopta como hijo. Fueron los únicos días felices de su largo peregrinar, de los que conserva los mejores recuerdos. Aunque el autor no ha cuidado el estilo literario, la obra muestra una conmovedora sencillez, que refleja la bondad del personaje y la nobleza de unos sentimientos inspirados en los preceptos del Evangelio.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa