UN CUARTO EN LA AZOTEA

Novela protagonizada por un adolescente angloindio que vive en una población al pié de los Himalayas, en los primeros años de la independencia de la India. Huérfano desde la infancia, ejerció de tutor un pariente de su padre que se ha esforzado por darle una educación genuinamente británica. Sin embargo, cuando éste, en un momento de ira, le descubre su origen, mestizo y bastardo, decide prescindir de su lado británico e integrarse plenamente en la sociedad india, de la que hasta el momento le habían mantenido apartado.
La obra, de evidentes reminiscencias autobiográficas, traza un cuadro realista de la vida de los ingleses que decidieron quedarse en la India tras la independencia del Imperio británico, en un aislamiento favorecido por el especial respeto con que los nativos seguían tratándoles aunque ya no estuvieran sujetos a su autoridad. La peripecia personal del protagonista, rechazado y menospreciado por su tutor, es un tanto triste, por carecer de familia y de personas que le muestren cariño. Solo cuenta con un amigo, hijo de un comerciante arruinado y alcohólico, dispuesto a acogerle en su compañía y a compartir con él su destino de chicos librados a sus propias fuerzas. La acción, que se extiende a lo largo de varios meses, cuenta con unas descripciones costumbristas muy expresivas y las situaciones se encadenan con notable fluidez, al ritmo de las cambiantes circunstancias de la vida del protagonista. Decidido a renunciar a sus rasgos físicos, netamente europeos, se esfuerza por dejar que su espíritu se impregne del modo de sentir y vivir de los hindúes para integrase en un mundo que no lo menosprecia. Muy bien escrita, en tono un tanto fatalista la novela cuenta con personajes bien perfilados descritos con estilo cálido y colorista. Ruskin Bond, (1934) nació en la India de padres ingleses, vivió de joven en Inglaterra cuatro años y después se estableció definitivamente en su país natal. Con esta su primera novela, escrita en 1956, obtuvo un premio en Inglaterra.

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