UN ELIOT PARA ESPAÑOLES

Thomas Stearns Eliot, conocido como T. S. Eliot, (1888-1965), escritor angloamericano que obtuvo el premio Nobel de literatura en 1948, es uno de los poetas más valorados del siglo XX. Un Eliot para españoles es un ensayo donde se indaga sobre el pensamiento del autor y su recepción en el mundo hispano, particularmente por Cernuda, Gil de Biedma y Neruda. Es obra del catedrático de latín, crítico literario y poeta Jaime Siles.
El libro interesará sobre todo a admiradores de Eliot, a amantes de la poesía y a estudiosos de la crítica literaria. La obra posee una carga erudita importante ya que se traen numerosos juicios críticos del poeta angloamericano en los que alude a numerosos poetas angloparlantes y franceses.
El ensayo arroja luz sobre la crisis de civilización que se produce en el siglo XX por efecto de las dos guerras mundiales y los profundos cambios culturales, sociales y económicos de la modernidad. Eliot se sitúa en el corazón del debate entre tradición y revolución, clasicismo y romanticismo, escepticismo o fe.
Algunas frases del ensayo pueden dar una idea de su tema:
Para Eliot “cada generación tiene que establecer de nuevo una distinción entre lo permanente y lo transitorio”. Por ello indica que éste es uno de los riesgos más amenazantes y peligrosos para una época como la nuestra, en la que se confunde “sabiduría con conocimiento y conocimiento con información”, lo que ha dado pie a un “nuevo provincianismo, no del espacio sino del tiempo”, en el que “el mundo es propiedad exclusiva de los vivos” y sobre el cual “los muertos carecen de derechos” (pág. 56).
Eliot comprende que “toda sensibilidad del pasado tiende a parecernos más limitada que la nuestra, porque, naturalmente, somos mucho más conscientes de la falta de consciencia de nuestros antepasados respecto a cosas que nosotros percibimos, que de nuestra falta de consciencia respecto de lo que ellos percibían y nosotros no” (pág. 99).
Eliot insiste en algo tan fundamental para él como que la cultura europea tiene un fondo cristiano y piensa que “la cultura de Europa no podrá sobrevivir a la desaparición de la fe cristiana”, porque, desde el punto de vista de la biología social, que es de donde lo considera, “si desaparece el Cristianismo, desaparece toda nuestra cultura”. (pág. 143).
Junto a reflexiones como estas de carácter general, el ensayo abunda en juicios críticos acerca de la escritura literaria, particularmente de poesía.

Antonio Barnés