UN EXTRAÑO VIAJERO

Manuel Rico ha obtenido el IX Premio Logroño de Novela con su obra Un extraño viajero, una historia de amor con el trasfondo de la Memoria Histórica española. Lucía Olmedo es una joven que regenta una casa rural llamada “La Casona” en el Brezo. Una noche invernal llega un extraño personaje con acento extranjero, al parecer de Serbia, que dice llamarse Salko Hamziz y es un periodista que quiere escribir un artículo sobre los pueblos semiabandonados de la sierra de Madrid, sin embargo no lleva documentación alegando que se la han robado. Lucía confía en él y desde el primer momento siente tal atracción que pasan la noche juntos. Al día siguiente Salko se marcha sin dejar más que una nota, el recibo de un laboratorio fotográfico y sesenta dólares. Lucía acude a la tienda de fotografía y descubre que el resguardo tiene medio siglo y las fotos son unas terribles imágenes de los campos de trabajo franquistas. Comienza a investigar y entra en contacto con gente que va desvelando datos de esa época y salen a la luz misteriosos personajes desaparecidos con la sospecha de que en algún caso ha habido suplantación de identidad de forma que nadie sabe quién es quién. Mientras Lucía sigue buscando algún rastro de Salko organiza una exposición en el pueblo con las fotografías de los campos de trabajo ayudada por la Asociación para la Memoria Histórica que se hace cargo del asunto con tal éxito que se convierte en itinerante. Hasta allí se acerca una anciana que reconoce a su amado en una de las fotos y aporta abundante información a Lucía. La obra culmina con un final abierto.
Novela muy bien escrita que evoca una actividad del posfranquismo como fueron los campos de trabajo, tema que se muestra con cierta carga ideológica y política aunque sin cargar demasiado las tintas en su descripción. Manuel Rico narra con fluidez y elabora una notable recreación de las diferentes atmósferas y personajes, bastante creíbles especialmente en el caso de la protagonista, aunque resulta llamativo el hechizo que el viajante serbio produce en la dueña de la casa rural hasta el punto de mantener una relación sexual sin conocerle de nada, secuencia mostrada con comedido erotismo. La intriga surgida a causa de la investigación, línea narrativa que atraviesa todo el relato, está bien pergeñada aunque al no resolverse produce cierta decepción en el lector.

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