UN HOMBRE QUE NO CONOCE NUEVA YORK

Poemario de Gregorio Dávila de Tena con el que obtuvo el VIII Premio de poesía Juana Castro. El título: Un hombre que no conoce Nueva York, evoca el famoso poemario de Federico García Lorca Poeta en Nueva York, o el no menos famoso de Juan Ramón Jiménez Diario de un poeta recién casado, escrito, precisamente, de viaje hacia Nueva York. Este juego literario del título se hace presente a lo largo de todo el poemario. Dávila de Tena hace continuos guiños a otros autores que, se supone, son de su devoción. Así, escribe en cursiva unas pocas palabras verdaderas, verso de Antonio Machado; no hay extensión más grande que… (Miguel Hernández) o quien lo probó lo sabe (Lope de Vega). La poesía permite decir lo que ningún otro lenguaje puede hacer. Este poemario se entiende, pues aunque haya lenguaje transfigurado -si no, no sería poesía-, las metáforas son accesibles. El poeta expresa nostalgia hacia la infancia, el lugar al que siempre se vuelve. Lo cotidiano se hace materia poética. Aparece incidentalmente la pandemia. Los metros y los tonos son variados. Se lee con agrado. Es poesía.

Antonio Barnés