UN LARGO SILENCIO

La acción narrada en Un largo silencio, el nuevo episodio de la serie que protagoniza el detective aficionado Myron Bolitar, creada por Harlan Coben (New Jersey,1962) gira en torno al drama de dos familias afectadas por el secuestro simultáneo de sus hijos Patrick y Rhys, ambos de seis años de edad.
La amistad, más aparente que real, entre los acaudalados padres y la asistencia al mismo centro escolar facilitaba la relación cordial de los pequeños que pasaban frecuentes veladas bajo la custodia de una joven estudiante finlandesa en régimen de “au pair”. Una tarde, de forma inesperada, varios individuos tras irrumpir en la vivienda, golpear y maniatar a la cuidadora, secuestraron a los chicos y desaparecieron sin dejar rastro. Los raptores, como era de esperar, solicitaron un millonario rescate que las dos familias se mostraron dispuestas a entregar a cambio de sus hijos. Sin embargo, la cifra convenida no fue recogida, ni del paradero de los chicos se volvió a tener noticia. Myron Bolitar, amigo de una de las afligidas madres, con la ayuda de su antiguo compañero de aventuras, el aristocrático y desaprensivo Windsor H. Loockwood (”Win” para sus íntimos) se comprometió en la tarea de recuperar a los niños desaparecidos y devolverlos a sus respectivos hogares. Pasados los años sin lograr sus propósitos, le correspondió a “Win” la suerte de identificar en los barrios bajos de Londres a Patrick, en estado lamentable y sometido a penosa esclavitud por una banda de pervertidos delincuentes. Myron y Wind, unidos en la lucha contra el mal, logran rescatar a Patrick aunque fracasan en cuanto se refiere a Rhys, sobre el cual carecen de informes fiables. A partir de ese momento el relato cambia de rumbo, de modo que los episodios de acción y aventura que corren a cargo de los dos protagonistas, se convierten en una complicada trama de carácter psicológico centrada en el turbio pasado de los dos padres, anterior al a secuestro de sus hijos. Harlan Coben alterna la descripción de pasajes ambientados en la sociedad opulenta norteamericana, con otros situados en los bajos fondos de grandes ciudades europeas, como Londres, Amsterdan o Roma donde se llevan a cabo vergonzosos tráficos de drogas, de personas o intercambios de técnicas informáticas fraudulentas. El estilo ágil y acertado manejo de los elementos de intriga no logra, en cambio, reflejar de modo convincente las reacciones de amor, odio y envidias que separan a los familiares de los chicos desaparecidos. Aunque Myron Bolitar encarna la figura del caballero guiado por nobles principios, su compañero “Win” expone sin el menor escrúpulo su concepto del erotismo y el trato con mujeres de acuerdo con un sentido material y puramente hedonista de las relaciones sexuales.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa