UN REPORTERO EN LA MONTAÑA MÁGICA

En Davos (Suiza), donde Tomas Mann escribió La Montaña Mágica, anualmente se celebra el Foro Económico Mundial (World Economic Forum). Aquí, convergen, en las pistas de esquí, las élites sociales y económicas del mundo; los que se blindaron ante la crisis, según el autor. En el libro, se traza un paralelismo entre el régimen europeo de comienzos del siglo XX, plasmado en la novela, y el Davos de la crisis del siglo XXI; considerando la enfermedad como la metáfora de la decadencia. El problema que trasmite es que el capitalismo es intrínsecamente inestable y es necesario crear políticas destinadas a la justicia y a la equidad. A lo largo de sus páginas se materializa una crítica al WEF por sus reuniones vacías y vanidosas. Donde se debaten la desigualdad y la sostenibilidad como cuestiones filosóficas, pero no se habla de controles sobre los salarios de los hombres de Davos y de sus impuestos. Así empresas multinacionales que operan en España, no pagan nada, mientras que cualquier PYME cumple con el IVA y el IRPF. Igualmente Davos, es el escenario donde los políticos se codean con sus empleadores del futuro. También se tratan asuntos como el filantrocapitalismo, justificado como la mejor opción para la desigualdad. No obstante, las reglas del juego están cambiando, iniciativas civiles y la presión de la OCDE y G20 a los paraísos fiscales auguran un cambio en la tributación de las multinacionales. Un libro de lectura ágil, lleno de anglicismos, de utilización ordinaria en los ambientes económicos. Su autor Andy Robinson, licenciado por la London School of Economics, periodista, corresponsal y autor de numerosos artículos.

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