UN VERANO EN BORNEO

Un adolescente, mal estudiante y desinteresado por todo lo que le rodea, cambia radicalmente su actitud después de vivir durante un mes en la selva de Borneo ayudando a su tía, que trabaja allí como veterinaria, a cuidar orangutanes salvajes.
Esta novela juvenil, basada en hechos reales, defiende el beneficioso papel del contacto con la naturaleza, en este caso con el medio salvaje, en la mejora de conductas problemáticas. El protagonista es el típico adolescente, apático hasta el extremo, con un problema educativo que excede la capacidad de su madre. Por eso, ella decide que una fuerte ruptura con su entorno habitual puede serle útil. La experiencia, humanamente dura, del contacto con los indígenas y el compartir su modo de vida, la deforestación incontrolada en la selva y el maltrato a los animales con fines comerciales, suponen para el chico una experiencia tan enriquecedora que le lleva a un profundo cambio de actitud hacia la responsabilidad y la superación personal. El respeto a la naturaleza y la defensa del medio ambiente y de las especies en peligro de extinción están intencionadamente presentes en todo el relato, en el que claramente se aprecia una finalidad didáctica. El estilo, muy simplificado, y una primera parte del libro algo tediosa por los excesivos detalles de la preparación del viaje, hacen que no resulte especialmente entretenido hasta la segunda mitad.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa