UNA CANCIÓN DEL SER Y LA APARIENCIA

Un escritor piensa en la dificultad de escribir y en cómo urde los personajes, y habla con otro escritor, que no comparte su punto de vista sobre la realidad de la creación de un novelista. El relato avanza con la aparición de dos personajes, búlgaros, ideados por el protagonista: un médico y un coronel que se enamora de la esposa del doctor.
Con una trama sencilla y bien contada, la obra es una reflexión sobre la escritura, sobre el papel del escritor como creador de personajes y tramas, y sobre el poder de sus personajes para influirle; la historia insertada en el libro tiene su interés, pero no es lo más importante. Por otra parte, Nooteboom pretende exponer sus ideas y las condensa, pero no hace un ensayo ni se extiende con largos discursos. Las conversaciones con el otro escritor no dejan de ser una invención, en la que el autor critica los manejos comerciales que influyen en el literato y los agentes externos a la novela que le perturban. Para el escritor, los personajes existen en el momento en que él los inventa; ese tipo de existencia no es aceptado por su interlocutor, que prefiere centrarse en narraciones sencillas, sin pensar sobre la realidad de lo que escribe. Parece que los personajes creados por Nootebom son más reales que su interlocutor, un escritor aburrido y convencional.

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