UNA SEMANA DE SIETE LUNES

Editada por RBA, Una semana de siete lunes es una de las últimas novelas para jóvenes de Jessica Brody, autora americana que cuenta con una trayectoria de más de doce libros dirigidos a este público. La joven Ellison Sparks vive un día aciago en el instituto: tiene dudas constantes sobre su estilo y la imagen que le gustaría transmitir a los demás; después de lo que le ha costado enamorar a Tristán, el chico más atractivo de la escuela, éste decide romper su relación; ha perdido la elección para ser representante de los alumnos; y no termina de definir la relación de amistad que tiene con Owen, un amigo de toda la vida. A la mañana siguiente, Ellison comprueba con gran sorpresa que vuelve a vivir los mismos sucesos del día anterior y, tras unos momentos de desconcierto, comienza a pensar cómo puede utilizar lo que le está ocurriendo para cambiar algunas cosas en beneficio propio.
Esta historia recuerda mucho a la película americana “Atrapado en el tiempo” protagonizada por el actor Bill Murray quien en la piel de un reportero vive una y otra vez el día de la marmota en un un pueblo de Pensilvania. Para Ellison, la repetición constante del lunes supone una oportunidad de ordenar las cosas que le importan poniendo cada una de ellas en el lugar que le corresponde. Los temas que trata son los habituales en las novelas para adolescentes: el instituto, amores apasionados, celos entre jóvenes y la búsqueda de la propia identidad. La autora no profundiza demasiado en ellos, más bien se deja llevar por los tópicos sin sorprender demasiado al lector: el amor se reduce a una cuestión puramente física aunque no pasa a mayores, y la vida en el instituto a los continuos desafíos al orden establecido… Cuando la protagonista ya ha vivido varios lunes repetidos empieza a arriesgar un poco más en su comportamiento cotidiano dejando de hacer lo que la gente espera de ella. Dado que cada mañana vuelve al punto de partida comprueba que no tiene que asumir las consecuencias de lo que hace y será el momento de saltarse algunas reglas. Se supone que en el camino deberá dejar sus complejos de lado, desarrollar su verdadera personalidad y empezar a valorar a las personas que ha tenido siempre a su lado: su amigo Owen, su hermana, sus padres. En definitiva, esta novela de Brody se suma al elenco de novelas con portada de colores que pueblan los escaparates, entretenidas para el público al que van dirigidas pero que no se caracterizan por su calidad literaria ni introducen grandes novedades literarias.

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