UNA SEMANA EN LA NIEVE

Un niño de ocho años acude con sus compañeros de clase a un campamento de esquí, pero le lleva su padre en el coche, porque desconfía de los autocares. Tímido y retraído, una vez allí y por diversas circunstancias, hace amistad con el chico más temible del curso y con un monitor. Tras una serie de episodios, reales unos e imaginados por el protagonista otros, se llega a un final abierto, pero espeluznante.
El autor (n. 1957) ha escrito una novela de misterio que capta la atención del lector, a la que añade el esbozo de varias escenas de terror. Un narrador omnisciente va revelando paulatinamente los hechos, en los que alterna lo cierto con lo inventado por el protagonista. Poco a poco, se cierne sobre este niño, inseguro y sobreprotegido, una pesadilla que se convierte en realidad. El asunto está planteado con cierta originalidad, y podría haber propiciado conclusiones atinadas sobre algunos de los aspectos que trata, pero se atiene al puro argumento: en definitiva, una conducta moralmente rechazable, y considerada como tal, pero que no se llega a nombrar. Esta novela obtuvo el Premio Fémina en 1995.

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