UTOPÍA PARA REALISTAS

La renta básica universal es posible y la semana laboral de 15 horas también, son afirmaciones que Rutger Bregman recoge en su ensayo Utopía para realistas. El progreso que nos ha traído el capitalismo se ha convertido en un sinónimo de prosperidad económica, pero el siglo XXI requiere otras formas de impulsar la calidad de vida. Se necesita un nuevo norte abierto a la imaginación y a una esperanza viva y activa para eliminar la pobreza: una nueva utopía. En su opinión, igual que la humanidad se adaptó a la primera era de las maquinas mediante una revolución en educación y servicios sociales, la segunda era de las maquinas requiere medidas drásticas; como una semana laboral más corta, una renta básica universal y fronteras abiertas… que aumentaría la riqueza mundial. El autor, historiador y periodista, está considerado como uno de los jóvenes pensadores europeos más destacados, muestra cómo se hace realidad esta utopía. Y para ello hace alusión a ejercitar una política con mayúsculas: reformas, innovación, eficacia, eliminar el paternalismo del estado, libertad y meritocracia: pagar a gente en función de su contribución real… maestros, enfermeras, basureros… los sueldos de los banqueros y especuladores caerían. Se trata hacer razonable lo radical y un discurso que llegue a millones de personas corrientes. El libro desmonta la creencia que el dinero gratis hace a la gente holgazana, e ilustra su teoría y pensamiento con experimentos sociales que han tenido resultados; constatando como el progreso es el resultado de utopías. Cambiar el mundo requiere ser poco realistas, poco razonables, pedir lo imposible… gracias a eso se ha llegado hasta el momento actual.

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