VIENTOS ALISIOS

En 1731 Killian Kinross, un apuesto joven escocés, muy afortunado en el juego, consigue en un golpe de suerte ganar un magnífico barco mercante a su contrincante. Mientras comienza a considerar un futuro prometedor es acusado de dejar embarazada a una joven con la que se había relacionado tiempo atrás. Harto su aristocrático abuelo de su vida disoluta y el desapego que siente por él por ser hijo de una mujer irlandesa, decide solucionar éste último problema del nieto enviándole a Suecia a la empresa de un familiar casado con una viuda, madre de una joven que no deja de reclamar la herencia que le corresponde de su padre para poder contraer matrimonio. El encuentro entre los dos jóvenes llegará a ser providencial y mediante un matrimonio de conveniencia que llevan en secreto intentarán obtener el patrimonio que injustamente se les retiene. La relación entre ellos, que debería estar fuera de todo afecto sentimental, irá cambiando de sentido mientras la casualidad les haga viajar juntos hacia China con el codicioso primo de Killian pisándoles los talones.
Con una gran carga sentimental la autora emplea para su novela personajes adinerados, exitosos, inteligentes, astutos, ingenuos, codiciosos, cobardes, etc., según desarrollen su papel como buenos o malos, exageradamente diferenciados.
Apoyándose en algunos datos reales para dar un matiz histórico a la trama, apenas logran dar peso al conjunto de la novela centrada principalmente en la relación amorosa de los protagonistas. Algunas escenas sensuales intentan captar la atención de un lector poco exigente y aficionado a la novela rosa.

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