VIOLETA NO ES VIOLETA

Violeta es una niña de siete años cuyos padres no viven juntos y que no tiene hermanos. Sin embargo, su madre va a tener un niño que será hijo de su nuevo novio, que desde hace poco vive con ellas. A la niña le cuesta entender en esta complicada situación cuál es su lugar, y tampoco sabe cómo será tener un hermano.La obra explica el estado de ánimo de la niña a través de su amistad con una pequeña bruja que vive en el interior de una taza de té y que, a su vez, teme que Violeta no quiera ser su amiga si tiene alguien más con quien jugar.Formalmente la historia está bien escrita y tiene una estructura narrativa consistente, pero la intención educativa produce, por ser muy evidente, cierta asfixia de los elementos literarios que resta interés a la lectura. Por otra parte, el autor sitúa a su protagonista en un ambiente familiar desestructurado, que no es el caso genérico y representativo más idóneo para enfocar el problema de la aceptación del cambio afectivo que supone, tras años de filiación exclusiva, la existencia de un hermano.

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