VIVIR CON EL CORAZÓN

Javier Santiso, nació en Francia en 1969. Es economista y ha publicado varios libros sobre el tema. Formado en París, y rodeado de un ambiente cultural, desde muy joven se inclinó por la poesía y la literatura. Ha traducido a varios poetas y él mismo ha escrito poesía. Vivir con el corazón es su primera novela publicada.
Apoyado en las cartas de Vincent van Gogh a su hermano Theo, en las biografías entorno al personaje y a su amplia producción pictórica colgada en los museos, Javier Santiso escribe una breve biografía de manera original y poética. El único signo de puntuación es la coma. Los distintos elementos de la oración van saliendo a borbotones como a borbotones se desarrolló la vida del genial artista.
Se centra fundamentalmente en 1888, año en el que se instaló al sur de Francia, en Arlés, donde empezó a utilizar los amarillos y las pinceladas ondulantes, los verdes intensos y los azules, embebido de la Provenza que lo cautivó con su luz y sus colores. Ahí se desarrolló su época más productiva pintando en un año alrededor de ciento cincuenta cuadros. Allí surgiría La Casa Amarilla, Los Girasoles o La habitación. Pero también fue un tiempo en el que se acentúa su carácter agrio e indómito, y a esto habría que añadir su constante penuria y la escasez de medios para sobrevivir que solo lograría atenuar con la constante ayuda de su hermano Theo. Hombre perturbado, todo lo hace sin moderación. Pintar, leer, escribir, amar, todo lo vive intensamente, con brusquedad, con cambios de humor inesperados que le convierte en un ser antisocial rechazado por cuantos le conocen. Sin embargo, es el amor lo que le mueve a todo eso, pero un amor inmoderado que le lleva hasta los límites de la locura y la desesperación.
Javier Santiso escribe una novela breve pero muy intensa. Su técnica narrativa logra meter al lector en el personaje, llegar de alguna manera a entenderle. Con un lenguaje muy poético logra imágenes de gran belleza. Las relaciones de van Gogh con las distintas mujeres que ocuparon su vida, casi todas prostitutas, llevan al escritor también a la exposición de imágenes de gran sensualidad, impetuosas, pero sin apartarse del contexto poético del conjunto de la novela.

Encarnita Herraiz