WILL MOOGLEY, AGENCIA DE FANTASMAS. 3: EL FANTASMA DEL RASCACIELOS

Will sigue siendo el propietario de la Agencia heredada de su tío Alvin, aunque su tía haga todo lo posible por hacerse con ella, y continúa proporcionando sus servicios a los fantasmas que lo necesiten, y también solucionando los problemas que éstos crean a las personas de a píe. En esta ocasión recibe el encargo de acabar con el fantasma que asusta a todos los turistas que van a visitar el Empire State Building, el rascacielos más famoso de Nueva York. Con la ayuda de su inseparable amigo Tupper decide probar el Catafalco Fantastrópico -la trampa para fantasmas que han inventado-, pero algo falla porque no surte efecto. Juntos iniciarán las investigaciones para llevar a buen fin su difícil empresa. La obra está escrita correctamente en tono humorístico y, como en anteriores entregas de la serie, su historia es disparatada y estrafalaria, muy del gusto del público al que va dirigida.

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