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Pável Filátiev tenía dieciocho años cuando se alistó en el Ejército ruso. Tres años después lo dejó pero volvió a alistarse como paracaidista durante la pandemia. En febrero de 2022, con treinta y tres años, él y sus compañeros de las fuerzas de asalto del Ejército recibieron la orden de partir sin saber el objetivo de su ataque. A medida que avanzaron en su misión, se dieron cuenta que estaban atravesando la frontera y entrando en Ucrania. Por una herida en el ojo, Pável Filátiev fue evacuado del frente y, tras su recuperación se negó a participar en la guerra.
En este testimonio directo, hasta ahora el único de un soldado ruso, Filátiev explica cómo fueron esos primeros meses llenos de incertidumbre y desconocimiento en la primera línea del frente. También cuenta cómo a su regreso, dos meses después, encontró una sociedad rusa donde la propaganda y la desinformación son imperantes. Pável Filátiev tuvo que huir a Francia al hacer pública su protesta con este libro. Sus palabras resumen bien su intención al escribirlo «no puedo hacer que nuestro Ejército se retire a casa, pero sí contar mi experiencia».

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