SL
        
        
          A FONDO
        
        
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          TROA
        
        
          Jane Austen nació la noche del 16 de diciembre de 1775
        
        
          en la rectoría de Steventon, Hampshire, en el sur de
        
        
          Inglaterra. Era la séptima de los ocho hijos -la segunda y
        
        
          menor de las mujeres- que engendraron el clérigo angli-
        
        
          cano George Austen y su esposa Cassandra.
        
        
          Se sabe poco sobre la infancia de la autora, salvo que la
        
        
          educación que recibió corrió a cargo de su padre y que
        
        
          seguramente fue muy parecida a la de otras niñas de su
        
        
          época y estatus social.
        
        
          En aquel tiempo, las mujeres por lo general eran básica-
        
        
          mente educadas en casa; se les enseñaba a leer, escribir,
        
        
          coser, bordar, es decir se las preparaba para algún día
        
        
          hacerse cargo de su propio hogar y en algunos casos
        
        
          también adquirían otras habilidades como dibujar,
        
        
          cantar, tocar algún instrumento musical y aprender
        
        
          algún idioma extranjero (francés, italiano). Si los recur-
        
        
          sos de sus familias lo permitían, contrataban a una insti-
        
        
          tutriz o las enviaban a algún internado para señoritas a
        
        
          fin de que terminasen de pulir su educación.
        
        
          En el caso de nuestra autora, se sabe que aprendió
        
        
          francés gracias a la convivencia con una prima que
        
        
          acababa de enviudar de un conde galo. En esos años de
        
        
          adolescencia, la joven Jane comenzó a escribir, alentada
        
        
          seguramente por su padre, y algunas de esas obras juve-
        
        
          niles, que datan de entre 1787 y 1793, se conservan en
        
        
          tres cuadernos y aparecieron publicadas a finales del
        
        
          siglo XX. Según uno de sus biógrafos, pese a su precoci-
        
        
          dad como escritora, nuestra autora no mostró empeño
        
        
          en encontrar un editor.
        
        
          No se sabe mucho de la vida de Jane Austen, salvo que
        
        
          discurrió sin grandes acontecimientos, sin nada que
        
        
          turbara la placidez de una existencia burguesa y provin-
        
        
          ciana sin más diversión que  acudir a bailes y fiestas en
        
        
          Hampshire y visitar de vez en cuando Londres. Nunca
        
        
          llegó a contraer matrimonio aunque sí que tuvo uno o
        
        
          dos pretendientes.
        
        
          Según se desprende de una carta escrita en 1976 a su
        
        
          hermana Cassandra, la joven Jane coqueteó con Tom
        
        
          Lefroy, un joven irlandés estudiante de leyes que pasó
        
        
          una temporada junto a la  familia Austen.
        
        
          “Me regañas tanto en la carta tan larga y agradable que
        
        
          acabo de recibir en este momento de tu parte, que casi me
        
        
          da miedo contarte cómo nos comportamos mi amigo
        
        
          irlandés (Tom Lefroy) y yo. Empieza a imaginarte todo lo
        
        
          más libertino y sorprendente en la manera de bailar y de
        
        
          sentarnos juntos. Sin embargo, solamente puedo ponerme
        
        
          en evidencia una vez más, ya que se va del país después del
        
        
          viernes próximo, día en el que tendremos finalmente un
        
        
          baile en Ashe. Puedo asegurarte que es un hombre bien
        
        
          educado, de buen aspecto y agradable…”
        
        
          Jane abrigaba esperanzas de que el aspirante a aboga-
        
        
          do le propusiera matrimonio pero como el joven no
        
        
          contaba con el dinero suficiente para poder formalizar
        
        
          una relación, pronto fue despachado a Londres. Con el
        
        
          tiempo, Lefroy se casó con una mujer rica y llegó a ser el
        
        
          principal magistrado legislativo de Irlanda. Décadas más
        
        
          tarde, al preguntársele al respecto, el juez Lefroy admi-
        
        
          tió que había sentido un amor de juventud por Jane.
        
        
          Algunas de sus obras juveniles, que datan
        
        
          de entre 1787 y 1793, se conservan en tres
        
        
          cuadernos y aparecieron publicadas a fina-
        
        
          les del siglo XX.
        
        
          
            JANE AUSTEN, SU VIDA