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BLOG FAMILIA ECO3

SL

TROA

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LA AFECTIVIDAD DE LOS HIJOS SE EDUCA EN LA FAMILIA

blog.familiaeco3.com

Inicios

con

ilusión

stamos empezando un nuevo curso, una

etapa muy marcada por la vuelta a los

estudios, tanto de los colegiales como de los

universitarios. Pero no solo los estudiantes

inician el curso, quien más quien menos acaba

de pasar una temporada de vacaciones que ha

servido para descansar y reponer fuerzas; ha

habido un parón en la rutina y ahora tenemos

que volver a ella, pero con ilusión. Como los

niños que vuelven de las vacaciones de verano

con ilusión por ver a sus amigos del colegio, por

conocer a algún alumno nuevo que pueda

haber en la clase, contarse lo que han hecho

durante las vacaciones, estrenar nuevos libros y

libretas e incluso por hacer la tradicional

redacción

“sobre el verano”.

Las personas adultas a lo mejor ya hace

semanas que acabaron las vacaciones, pero

hasta que no empiezan los colegios parece que

no se acaba de llevar el mismo ritmo que el

resto del año, sobre todo si se convive con

estudiantes. De alguna manera todos vivimos

este cambio de ritmo marcado por el inicio de

curso, para todos supone algún inicio.

La ilusión nos empuja a acometer

nuevos retos, a hacer las cosas mejor.

Los

inicios con ilusión suelen estar llenos de buenos

propósitos y, para que estos se cumplan, será

necesario mantenerla.

¿No sería un buen

propósito mantener esta ilusión durante todo

el curso?

Tenemos ilusión cuando esperamos que

algo nos guste, nos llene de gozo. A veces lo que

nos hace ilusión es una situación nueva, como el

inicio de curso, pero normalmente, en el día a

día, podemos tener pequeñas ilusiones que, si

se mantienen todos los días, nos ayudarán a

realizar todas nuestras tareas sin rutina.

Es fácil imaginarnos a los niños ilusiona-

dos y solo pensarlo ya nos llena de gozo a

nosotros. Pues a ellos les pasa lo mismo, ver a

sus padres y a las personas que les rodean

ilusionados también les da tranquilidad y

confianza. Ilusionados al llegar cada día a casa

después del trabajo, por estar con la familia el

fin de semana, con su propio trabajo, al

acompañar a los hijos en lo que necesiten, etc.

No esperemos a que los demás nos

mantengan la ilusión a nosotros, esta también

se transmite.

Por ejemplo, si normalmente

recibimos a una persona con una sonrisa lo

normal será que ella nos la devuelva y contribui-

remos a que mejore el ambiente.

Si todos nos esforzamos por tener

detalles y pequeñas sorpresas con nuestros

seres queridos les ayudaremos a que manten-

gan la ilusión y no será necesario esperar al

inicio del nuevo curso.

E