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tanto como el escritor encontrar el

editor que le permitirá publicar su

novela o el librero que se la venderá. La

lectura no compartida se convierte en

algo vacío, e incluso en algo dañino,

como le ocurrió a nuestro Quijote que

“se enfrascó tanto en su lectura… que

vino a perder el juicio.”

«

La lectura compartida

es fuente de amistad y

de diálogo

»

Por el contrario, la lectura compartida

es fuente de amistad y de diálogo.

¿Quiénes son nuestros mejores amigos?

Aquellos que han compartido el viaje

que iniciamos al abrir las portadas de

nuestros libros favoritos. Aquellos a los

que hemos logrado transferir el mundo

interior que creó en nosotros una

novela, un ensayo, un poema. Aquellos

que a su vez nos transmitieron su

propia creación personal. Los amigos y

compañeros de lectura nos iluminan y

nosotros a ellos; de tal modo que el

lector cumple en sí mismo la misión del

artista, entendiéndola en el sentido de

Schuman, como la capacidad de

Iluminar las profundidades del corazón

humano.

“Los amigos no se miran a los ojos y, a

diferencia de los amantes, apenas

hablan nunca de su amistad, su mirada

está dirigida a las cosas que a ambos

interesan” (Pieper). Los libros forman

parte de esas cosas que interesan a los

amigos y que nos hacen dirigir la

mirada en la misma dirección. Todo

librero, todo editor, sabe bien que la

mejor difusión de una obra es el boca a

boca, que traduce la transmisión de

corazón a corazón, de amigo a amigo.

Nos fiamos más de lo que nos dice un

amigo de verdad, que del mejor crítico

literario. Compramos libros, los busca-

mos o, en la era digital, los descarga-

mos de Internet cuando alguien, que

participa de la misma sensibilidad, nos

lo aconseja.

Compartir lecturas se llega a hacer

imprescindible para el lector empeder-

nido. Cuando nos hemos enamorado

de un libro y, eso ocurre a menudo, se

convierte durante algún tiempo en un

lugar mental al que volver; la historia se

introduce en nuestros sueños y en

nuestros pensamientos, y la recreamos,

hasta tal punto que se nos hace

necesario hablar, discutir, comentar lo

leído; es decir, compartirlo.

Los libros se comparten de este modo

en la intimidad de corazones gemelos,

pero quizá el lugar propio de comunicar

los libros es la tertulia, lugar de encuen-

tros culturales, en los que se difunden

ideas y pensamientos.

Nuestro país es lugar de tertulias. La

tertulia es algo tan nuestro como la

siesta, el flamenco, o el toreo. De todos

modos, en muchos lugares han existido

foros donde se ha comunicado cultura.

En algunos, las mujeres fueron las

protagonistas. Así, en torno a las

hetairas griegas, las geishas japonesas,

o las preciosas ridículas francesas se

originaban intercambios de ideas y de

conocimiento. En círculos anglosajones,

las reuniones culturales, exclusivas y

masculinas, se realizaban en clubes y

pubs. Recordemos el Oxford de Tolkien

y Lewis, donde en aquel pub, “The Eagle

and the Child”, los Inklings leían sus

creaciones al tiempo que recitaban

antiguas sagas.

Sin embargo, es España el país de las

largas tertulias, las reuniones de

sobremesa, los cafés interminables… En

nuestro país, precedieron, a las actuales

tertulias literarias, las reuniones en los

corrales de comedias del siglo XVII, los

cenáculos de la rebotica o de las

sociedades de amigos del país del XVIII,

pero en el siglo XIX y XX, la cultura se

centró en torno a los cafés. El café

Pombo, el Café Gijón, el Café Suizo de

Madrid; el Parnasillo de Granada, o el

Novelty de Salamanca, formaron

círculos creadores de cultura. Hoy en

día, en todas las ciudades y muchos

pueblos de España, Ayuntamientos,

Asociaciones Culturales y otras institu-

ciones organizan Tertulias Literarias y

Clubes de lectura.

Desde hace más de veinte años,

participo en una Tertulia Literaria: una

vez al mes leemos el libro que señala

una persona, Pilar de Cecilia, crítica

literaria, cuyo trabajo al frente de la

tertulia es insustituible, proponiendo el

libro que el grupo leerá durante el mes.

18

TROA

SL

TERTULIA LITERARIA