ABRAZAME, OSCURIDAD

Los detectives privados Patrick Kenzie y Angela Gennaro se ven envueltos en una complicada trama criminal que amenaza la vida de sus clientes, y también la suya propia al descubrir la identidad de los asesinos.
Patrick y Angela reciben el encargo de una madre atribulada de proteger a su hijo, al haber recibido mensajes misteriosos que lo señalan como posible víctima. Iniciadas las investigaciones, los dos detectives descubren la complejidad de un caso que excede a su capacidad operativa y prefieren dejarlo en manos de la policía local y del FBI. Los crímenes se suceden, con rasgos de crueldad desconocidos hasta entonces, sin que las fuerzas del orden, pese a la ayuda de los protagonistas, logren establecer la identidad de los asesinos y detenerlos. El relato se alarga de modo innecesario con la aparición de tal número de personajes que impiden al lector seguir la agitada marcha de los acontecimientos. Los riesgos y amenazas entre unos y otros se suceden a ritmo creciente hasta envolver a algunos de los protagonistas, que caen también víctimas de la furia asesina.
El autor utiliza la técnica de alternar escenas sangrientas con otras de corte romántico, tal vez para compensar el predominio de crímenes y actos violentos. El estilo literario resulta vulgar y tópico en las descripciones ambientales, sin que falten algunos episodios de subido tono.

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