ANASTASIA KRUPNIK

El relato se centra en las reacciones de una niña de diez años, que anota sus impresiones en un cuaderno y va cambiando de opinión sobre lo que le rodea. Los motivos que la empujan a decir lo que le gusta o le disgusta son muy variados, pero importantes para su edad. La familia mantiene una postura de respeto total ante lo que ella quiere, pues unos padres quizá demasiado comprensivos la consideran como su centro. El modo de enfocar problemas de importancia: religión, muerte de la abuela, enfermedad, nacimiento de su hermano... es superficial y simplemente humanitario. El libro mantiene el interés y está escrito con buen estilo, pero con un sentido humorístico que los niños pueden malinterpretar, por lo que no resulta aconsejable para la edad a la que en principio la autora norteamericana se dirige.

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