CHICA, 1983

Linn Ullman (Oslo, 1966) es hija de Ingmar Bergman, uno de los directores de cine y teatro más importantes de Suecia, y de la actriz noruega Liv Ullmann, un icono en la década de los setenta del siglo XX. Ella misma ha trabajado como actriz, además de dedicarse al periodismo, a la crítica literaria y a la escritura. Sus novelas son un referente en la cultura nórdica y han sido traducidas a más de treinta idiomas.
Chica, 1983 es una novela autorreferencial de la vida de la autora cuando contaba con dieciséis años. En esos momentos vive con su madre en un lujoso piso en Nueva York y asiste a las clases de los últimos cursos de Instituto. Acostumbrada a las fiestas de sociedad y a un ambiente bohemio de alcohol, cocaína y promiscuidad, no son los estudios el objetivo principal en su vida. Con un físico de proporciones y belleza aceptables para el mundo de la moda, su verdadero interés está en una agencia de modelos a la que asiste para ser fotografiada. Allí conoce a un famoso fotógrafo de cuarenta y cinco años al que llama A. quien le propone viajar unos días a París para fotografiarla para la revista Vogue. A pesar de la oposición de su madre, Linn (Karin) emprende el viaje. Una vez en la ciudad de la luz no tendrá inconveniente en atenerse a las disposiciones de quienes ostentan el mando de la empresa fotográfica. Allí conocerá a otras chicas, bellísimas como ella, que se convertirán en un objeto para el éxito y para la satisfacción sexual, todo en un ambiente en la que ninguna acción es cuestionada suponiéndose requisito indispensable para alcanzar el objetivo deseado. Sin embargo, cuarenta años después, Linn (Karin) todavía tiene que cargar con las secuelas psíquicas que le produjo aquella experiencia y la dejaron marcada para el resto de su vida.
Linn Ullmann trata un tema polémico en la actualidad desde su propia experiencia invitando a la reflexión. Una fina línea se dibuja entre el consentimiento y el abuso de poder. La autora se posiciona desde la frustración y la vergüenza como modelo, pero no desde el arrepentimiento de unas acciones que han sido voluntarias. No juzga, solo expone una situación socialmente consentida en el contexto en el que tuvo lugar, con unas consecuencias graves por elecciones erróneas que ahora, cuarenta años después, vista desde otro punto, llevan al escándalo.
La novela, bien escrita, emplea recursos estilísticos de corte cinematográfico. Ocasionalmente, también hace uso de metaliteratura narrando sobre la creación de la propia novela.
La descripción de escenas eróticas puede no ser del agrado de algunos lectores.

Encarnita Herraiz