DANIEL NO HABLA

Relato novelado de la experiencia personal de la autora, que empezó a escribirlo cinco años después de haber sido diagnosticado de autismo su hijo. La relación entre ambos, la atención a su otra hija y al marido y la lenta evolución del pequeño conforman el núcleo del libro. La escritora estadounidense publicó en 2006 esta obra, donde ensambla con acierto realidad y ficción. Junto al esfuerzo abnegado de ella y al abandono del marido, que huye ante todo lo que supone la discapacidad del hijo, va mostrando lo que hace para superarse y no dejarse llevar por el miedo y la inseguridad ante ese hijo "imperfecto" al que, poco a poco, consigue ayudar a progresar.Expone buenas ideas, aunque siempre con el elemento sentimental presente, hecho explicable por la conducta inmadura del marido y el apoyo del terapeuta, con quien finalmente rehace su vida. Tienen interés sus informaciones sobre el autismo, aunque en ocasiones alarga las descripciones. El estilo es coloquial -con términos malsonantes y de fácil lectura. En esa lucha llena de cariño y de sacrificio se echa en falta un sentido trascendente, pero, sin duda, la obra aporta coraje y ternura ante la dificultad.

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