EL ARPA BIRMANA

En Birmania, durante los días finales de la II Guerra Mundial, el ejército japonés se retira de sus posiciones ante el avance de las fuerzas británicas. En su huida, una compañía al mando de un capitán, que es músico profesional, forma una pequeña orquesta y coro que entona, al acabar la jornada, canciones nostálgicas en recuerdo de sus lejanos hogares. De entre ellos destaca un joven cabo que, con su improvisada arpa birmana, mantiene la moral de sus compañeros en los momentos de mayor peligro. El autor (1903-1984) publicó la novela, con gran éxito, en 1947.
El estilo literario, breve y cortado, muestra una prosa cuidada, atenta a describir los pequeños detalles que sitúan los episodios en su entorno natural, pero procurando evitar las descripciones que pudieran interrumpir la fluidez de una acción construida con ritmo ágil y desarrollo equilibrado. La obra consigue ambientar acertadamente las situaciones de angustia y dolor vividas por los soldados en los arriesgados lances del repliegue táctico. Quedan reflejados con acierto los sentimientos de los personajes, que aparecen dispuestos a sacrificar su vida por la patria y muestran también el deseo de salvar sus vidas y regresar sanos y salvos. El arpista, convertido en el protagonista del relato, ofrece a sus camaradas un testimonio ejemplar de valor, nobleza y solidaridad que les permite superar el clima de violencia que les rodea. El fondo de la novela logra difundir la idea de que a través de la cultura, y en particular de la música, es posible reforzar los lazos de afecto y solidaridad entre los pueblos, que las guerras parecen empeñadas en destruir.

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