EL ARTE DE EDUCAR

EL ARTE DE EDUCAR

15,00 €

  • Editorial: FUNDACIÓN ALTAIR
  • Año de edición:
  • Materia: Pedagogía
  • ISBN: 978-84-944305-4-1
  • Colección: < Genérica >
  • Idioma: Español

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“¿Qué he hecho durante toda mi vida? Indagar el mundo como un todo, como un solo cuadro y una sola realidad”, escribe Pável Florenski (1882-1937), conocido como el Da Vinci ruso, una de las figuras más asombrosas de la cultura rusa del siglo XX, físico y matemático de una formación enciclopédica que investigó sobre filosofía, teología, biología, electrónica, geología, crítica de arte, filología, arqueología, etnografía… En su formación, prestó cada vez más interés por la cultura religiosa. En 1904 se matriculó en la Academia de Teología de Moscú para estudiar sobre las raíces espirituales de la cultura cristiana. Contrajo matrimonio en 1910 y en 1911 fue ordenado sacerdote ortodoxo. También fue profesor en diferentes disciplinas. Perseguido por el régimen comunista, en 1928 fue detenido por primera vez y luego en 1933 condenado a diez años de trabajos forzados. En 1935 fue trasladado al penal de las islas Solovki. Fue fusilado en 1937. Desde ese momento, y hasta cincuenta años después, su nombre fue prohibido y sepultado en la URSS. Resulta muy interesante de leer el capítulo que el investigador y poeta Vitali Shentalinski le dedica en De los archivos literarios de la KGB, donde además de hacer una aproximación a su figura relata la estancia de Florenski en el gulag.
Sin embargo, en los últimos años está habiendo en Rusia y en toda Europa, especialmente en Alemania e Italia, un descubrimiento de su increíble talla como científico y pensador. En España se han publicado algunas de sus obras: La perspectiva invertida, La columna y el fundamento de la verdad, La sal de la tierra, Cartas de la prisión y los campos y El iconostasio. Una teoría de la estética.
Este volumen, El arte de educar, contiene una selección de textos de Florenski relacionados con la infancia y la educación. Aunque proceden de diferentes obras, la mayoría están tomados de sus Memorias y de Cartas de la prisión y de los campos, de la que la edición española publicó una selección. El responsable de la edición es el italiano Natalino Valentini, uno de los máximos especialistas en la obra de Florenski, autor de numerosos trabajos que se citan en la bibliografía y director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, “A. Marvelli”, de Rímini.
El estudio introductorio resulta fundamental para entender el alcance del pensamiento de Pável Florenski en estas materias y en otras muchas, pues si algo destaca de su poliédrico pensamiento es su unidad y “la fidelidad invencible a la verdad”. Como escribe Valentini, “en Pável Florenski, hombre que supo pensar, afirmar y testificar la verdad en el corazón de la tragedia del siglo XX, vida y pensamiento, fe y razón, cristianismo y cultura, invención científica y creación artística constituyen una sola e indisoluble realidad, una única totalidad orgánica, animada por un ininterrumpido flujo de conexiones”.
Los textos sobre la infancia y la educación los divide Valentini en cinco temas. El primero lo dedica a las originales reflexiones sobre la infancia. Para Florenski, “las impresiones de la infancia y de la juventud constituyen el embrión más sólido y consistente de todo lo que vendrá después y hay que cuidarlo con especial atención”. En esta etapa, hay que educar en el misterio y el asombro, sobre las que se asienta lo mejor de la educación. La segunda parte contiene textos sobre la cultura, que es para el pope ruso “la lucha consciente contra la homogeneización general, el aislamiento que sirve de obstáculo al proceso de nivelación del universo, el acrecentamiento de la diversidad de potencial en cualquier ámbito caracterizado por un elevado dinamismo vital, la contraposición a la homologación, sinónimo de muerte”. La tercera parte está dedicada a la belleza, la cuarta a la persuasión interior y la quinta y última al profundo sentido de la amistad que tiene Florenski.
Sobresale su interés por la música, que considera la base de una buena educación. Entre sus autores preferidos destaca a Mozart (“sólo en Mozart, tanto literal como alegóricamente, es decir, en la idílica infancia, se está al amparo de las tormentas”), Bach, Haydn y Schubert. Habla con mucho acierto del sentido de la poesía y su papel en la formación intelectual; de la literatura de Shakespeare; del simbolismo ruso… Y hay muchísimas referencias a cómo educar. En las cartas a sus hijos incluye numerosos consejos sobre educación del carácter y su interés por las cuestiones científicas y culturales.
Desde la cárcel, Florenski escribe numerosas cartas en las que aparece su corazón de esposo y padre de cinco hijos; pero también su conciencia de profesor, sacerdote y padre espiritual. Sus reflexiones y propuestas siguen siendo plenamente actuales y suponen una sabia y profunda alternativa a una educación excesivamente volcada en las estrategias pedagógicas.

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