- Editorial: CREACION LITERARIA
- Año de edición: 2012
- Materia: Historia de la medicina
- ISBN: 978-84-15676-03-4
- Páginas: 345
- Encuadernación: Rústica
- Colección: < Genérica >
- Idioma: Español
37,05 €
Alerta disponibilidad onlineSantiago Giménez Roldán se ha entregado durante años a buscar "la verdad" del doctor Velasco. En empolvados libros, indagando en remotos archivos y viajando tras sus pasos, ha recreado con rigor histórico, no exento de amenidad, su vida novelesca, sus primeros pasos como fraile y como soldado, hasta convertirse en anatomista experimentado y uno de los cirujanos de mayor prestigio en la Medicina madrileña del siglo XIX.
Tachado frívolamente de loco con aficiones necrofílicas, se hacía imprescindible abordar las motivaciones que le llevaron a la insólita idea de exponer el cuerpo momificado de su hija, verdad y fantasía de una leyenda, y plantear una evaluación neuropsiquiátrica formal de su personalidad y lo que de grandeza y desvarío pudo haber en su vida.
"Se trata de una biografía en la cual el rigor de la documentación no está reñido con una lectura fácil por el público no especializado". La edición, "reivindica al hombre cuyos esfuerzos titánicos fueron realizados pensando en el bien de la patria, la ciencia y la juventud (...), tras la obra que le dedicó en 1926, Ángel Pulido, su leal y amado discípulo, la presente biografía representa el ensayo mejor documentado sobre el Doctor Velasco, su familia y obra".
Santiago Giménez Roldán, ha publicado 230 artículos profesionales y cuatro libros. Su interés por el célebre cirujano, nacido en Valseca, se originó en el pueblo de su padre (Puebla de Alcocer), "donde el doctor Velasco, compró en vida al Gigantón de Extremadura por el precio de 3.000 pesetas", cuya anatomía era de su interés, y cuyo cuerpo alberga el Museo Atropológico de Madrid, fundado por Velasco.
En la recopilación de su trabajo sobre el doctor Velasco, el autor ha viajado por los sitios donde dejó huella el doctor, "París, Puebla de Alcocer, Zarautz, Londres, y por supuesto Valseca, para beber de las fuentes y huellas que dejó en estos lugares".
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