EL LÍDER INTERIOR

Para quienes no lo conozcan, es preciso apuntar que Stephen Covey fue uno de los expertos en liderazgo más destacados del siglo pasado. Sus “7 hábitos de la gente altamente efectiva”, posteriormente ampliados en “El octavo hábito. De la afectividad a la grandeza”,siguen siendo un título de lectura obligatoria para cualquier persona interesada en la gestión de equipos o empresas. Más importante aún, la trayectoria profesional de Covey -y, aún, de su hijo- y la abundancia de materiales editados ponen de manifiesto el impacto real que estos hábitos han tenido en el desarrollo personal de infinidad de adultos y adolescentes con independencia de su entorno geográfico o cultural.
El líder interior relata distintos proyectos para el desarrollo de una enseñanza primaria basada en la aplicación de los 7+1 hábitos. Con el estilo directo y comercial que caracteriza a este tipo de literatura, Covey invita a las comunidades educativas (familias, educadores, estudiantes y empresas) a involucrarse en el desarrollo de modelos integrales de formación. De manera necesariamente reduccionista, diremos que los dos ejes de la propuesta radican en la postergación del aprendizaje memorístico frente al desarrollo de competencias y habilidades, así como en la integridad y trato humano del formador como fuente de su autoridad. En este punto, es innegable que la obra se dirige de manera evidente a los responsables y profesores de centros educativos, pero sus consejos son fácilmente extensibles a otro tipo de agrupaciones formativas. A lo largo de las páginas Covey insiste -quizás con cierto exceso- en que el éxito de la empresa dependerá del alineamiento de los distintos entornos en que se desarrolla la vida de los niños. Por eso cierra el libro con un capítulo, de lectura muy recomendable, específicamente orientado a aconsejar el modo de aplicar estos hábitos en la vida familiar. Nos ofrece así un ámbito claro de acción desde el que embarcarnos en un proyecto ilusionante: un movimiento ascendente que arranque de nuestro crecimiento personal, mejore la formación de nuestra familia y llegue a renovar el sistema educativo para adaptarlo a las dinámicas y exigencias de los nuevos tiempos.

TROA