EL PROFESOR

La obra, de fondo autobiográfico, refleja los largos años que dedicó su autor a la docencia, como profesor de lengua y literatura inglesas, en distintos centros de estudios secundarios de Nueva York. Se trata de una crónica bastante pintoresca, donde se ponen de manifiesto las peculiaridades de ciertos alumnos y los métodos poco convencionales empleados por el profesor para atraer y conservar en lo posible la atención de la clase. A la vez que un homenaje a quienes han ejercido su misma profesión, McCourt realiza una dura crítica de la situación del profesorado en Estados Unidos, llegando a afirmar que "la enseñanza es la fregona de las profesiones", como conclusión de treinta años dedicado a ella. Con este planteamiento como fondo, el relato constituye un testimonio irónico y más bien amargo de la entrega que exige enseñar y las mínimas recompensas que ofrece a cambio. El texto está bien redactado, en forma ágil, y su lectura entretiene, aunque se centra solo en las experiencias de un docente de cualquier país occidental. El carácter inconformista del autor le lleva a adoptar posturas reivindicativas no solo respecto a las autoridades responsables de los centros educativos sino a la educación católica que él mismo recibió, narrando un episodio de profanación.

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