EL SECRETO DE LA SEÑORA HOWELL

El secreto de la señora Howell de James Scott transcurre en el norte de Estados Unidos durante el invierno de 1897, en una sociedad que todavía no ha logrado imponer la ley en las zonas rurales aunque ya inicia la fase de crecimiento industrial y financiero desarrollada en el siglo XX.
Cuando la señora Howell comadrona profesional regresa a la granja familiar, se encuentra un panorama desolador. Los cadáveres de su marido y cuatro de sus hijos aparecen diseminados por las habitaciones, salvajemente asesinados. Tan solo Caleb, de 12 años, salvó la vida al esconderse en un sótano desde el cual escuchó los disparos, seguidos de los gritos de su padre y hermanos, víctimas de unos pistoleros. Desde su refugio tuvo ocasión de reconocer a los forajidos gracias a las grietas de la puerta tras la que se ocultaba de ellos. La señora Howell y Caleb, una vez recuperados del trauma, deciden abandonar la granja y viajar a la ciudad cercana con el fin de localizar a los criminales y vengar personalmente la muerte de sus familiares. Agotados por la marcha, solos y desconocidos en la gran ciudad, sufren numerosos contratiempos, arriesgan su vida en un clima hostil y logran finalmente descubrir el paradero de los tres asesinos implicados en el asalto a la granja. Madre e hijo provistos de armas de fuego de diversos calibres llevan a cabo su venganza en un episodio sangriento cuyo desenlace permanece en la sombra al no aclarar el autor el resultado final del trágico enfrentamiento. James Scott en su primera novela deja constancia de sus notables cualidades literarias al describir el rudo ambiente de la sociedad americana a finales del s. XIX y el carácter obstinado y justiciero de sus gentes ante el desamparo de la autoridad. El exceso de escenas truculentas de máxima violencia y crueldad, presididas por el odio y deseos de venganza de los protagonistas puede afectar negativamente a la sensibilidad del lector.

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