ESTAMPAS DE CABALLERETES Y DE PAREJITAS. ESTAMPAS DE SEÑORITAS

“Estampas de Señoritas” apareció en 1837 con tal éxito que se hicieron ocho ediciones en un año. Se trata de un libro de humor que contiene veinticuatro semblanzas psicológicas correspondientes a otros tantos perfiles representativos de la mentalidad y conducta de las jóvenes solteras de la burguesía británica del primer tercio del siglo XIX. Entre estos modelos, reflejados con rasgos satíricos, destacan los de la señorita romántica, la literata, la tonta, la inteligente o la misteriosa. En 1838, Ch. Dickens publicó, a modo de réplica y con el mismo éxito, las “Estampas de Caballeretes”, aplicando el mismo tratamiento irónico a los jóvenes solteros ingleses pero agrupándolos en sólo una docena de categorías, entre ellas las del caballerete criticón, el hogareño, el gracioso y el apocado. En 1840 y con motivo del matrimonio de la reina Victoria, escribió, además, las “Estampas de Parejitas” completando así el ciclo de imágenes sociales, tanto de solteros como de casados.
La obra, aunque firmada por dos autores distintos, que coinciden en utilizar pseudónimo al publicar cada parte, resulta homogénea tanto de forma como de contenido. Cada estampa tiene una extensión similar y su tratamiento narrativo responde a unas pinceladas impresionistas semejantes. A través de ellas se muestran, sin apenas describirlos en detalle, modos de pensar y vivir que plasman unos ambientes ociosos y adinerados, siempre pendientes de las apariencias. El más genuino humor británico enmarca estos retratos psicosociales, ingeniosos, penetrantes y sutilmente críticos. Si bien evocan tiempos y costumbres ya muy lejanos, ponen de manifiesto que por muchos cambios externos que se produzcan, el ser humano es siempre, en esencia, igual a sí mismo. Las “estampas de Parejitas” con un desarrollo narrativo más extenso son relatos mejor elaborados y de mayor calidad literaria. El conjunto, que aparece en un solo volumen desde 1843, encierra el atractivo de su poder evocador y de un refinado estilo.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa